sábado, 13 de julio de 2013

A cerca de Los Expertos


Una vez oí la siguiente frase "el peor día de tu vida es aquel en que tienes que ponerte en las manos de un experto".Y, ¿donde está el problema?...se preguntará.
Bueno....., básicamente una de las partes dice conocer la solución a tu problema, y si tu acudes a un experto, es porque, siendo claro, no sabes como afrontar ese problema.

Por eso al fin y al cabo acudimos a un experto.


George A.Akerlof, en su primer año como profesor en Berkeley trato los problemas relacionados con lo que los economistas llaman problemas de -información asimétrica-, es decir, que pasa cuando una de las partes de un intercambio tiene muy poca información y la otra goza de una ventaja informativa, es decir, cuando una de las partes es lo que llamaríamos, un experto.
Si la economía es la ciencia de las decisiones, la información resulta básica para tomar las decisiones correctas, y el darse cuenta de esto es lo que llevo a Akerlof a ganar el premio Nobel  treinta años despues de que su trabajo fuera tildado de trivial.

Durante las ultimas décadas, ha surgido una enorme y variada multiplicidad de expertos, entre ellos los expertos en el cuidado de los hijos.Cualquiera que trate de seguir sus consejos puede sentirse frustrado, porque la sabiduría convencional parece sufrir cambios a cada hora. En ocasiones las opiniones de los expertos difieren sustancialmente.  Otras veces, los expertos que mas se hacen oír de repente parecen ponerse de acuerdo en que la antigua opinión era equivocada y que la nueva es, al menos por un breve periodo de tiempo, irrefutablemente correcta. Amamantar a un bebé, por ejemplo, es la única forma de garantizar que un niño crezca sano física y mentalmente...a no ser que darle el biberón se convierta en la panacea.Un bebé siempre debe dormir boca arriba...hasta que se decrete que lo mejor es ponerlo a dormir boca abajo.
Ann Hulbert en su libro Raising America: Experts,Parents, and a Century of advice about Children, documenta cómo los expertos en el cuidado de los hijos se contradicen unos a otros e incluso a sí mismos.Sus bromas podrían resultar divertidísimas si no confundiesen tanto y, a menudo inspirasen miedo.

El típico experto en cuidado de niños, al igual que los expertos en cualquier otro campo, tiende a parecer extremadamente seguro de sí mismo."Un Séneca" llama  uno de mis amigos con tono jocoso a ese tipo de personas que a voz en grito esparcen sabiduría en los bares. Los expertos suelen plantar su bandera firmemente en un aspecto, más que considerar las diferentes facetas de una cuestión.
Ello obedece a que los expertos cuyas teorías huelen a matiz con frecuencia no reciben excesiva atención.Un experto debe mostrarse audaz si espera convertir su teoría de andar por casa en saber convencional.

Su mejor baza para lograrlo consiste en captar las emociones del público, porque la emoción es el enemigo del pensamiento racional. Y en lo que a emociones se refiere, una de ellas -el miedo- posee mas fuerza que el resto.El superdepredador, las armas de destrucción masiva, la enfermedad de las vacas locas, la muerte súbita, la posibilidad de perder los ahorros de toda una vida de trabajo en una crisis financiera:¿Como no prestar atención al consejo de un experto respecto a estos horrores cuando, como ese tío malvado que cuenta historias demasiado terroríficas a niños demasiado pequeños, ha conseguido asustarnos hasta el pánico?
Nadie es más vulnerable a morirse de miedo por el discurso de un experto que un padre.El miedo es en realidad un componente fundamental en el cuidado de los hijos.Esto conduce a muchos padres a invertir gran parte de la energía de que disponen para cuidar a sus hijos simplemente pasando miedo.
El problema es que a menudo se preocupan por peligros inexistentes.En realidad no es culpa suya.

Diferenciar los hechos de los rumores siempre constituye una ardua tarea.

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