jueves, 18 de agosto de 2011

El coste de la ficción y la ficción del coste cero


Los aficionados a la lectura deben tener clara la diferencia entre realidad y ficción. No en vano, una de las obras claves de la literatura española se regodea en las desdichas de Don Quijote ante sus dificultades para distinguir una de otra.


El hecho de que vivamos rodeados de fenómenos económicos genera una familiaridad que se puede confundir con comprensión o por lo menos con la sensación de que se pueden entender en dos tardes. En otros campos, parece más clara la distinción entre vivir marcado por una circunstancia y entenderla. Por ejemplo, la diferencia entre sufrir una enfermedad y entender sus características.


El coste es un concepto de apariencia sencilla que se resiste al embate de mentes por otra parte brillantes. Por ejemplo, el alcalde saliente de la ciudad donde vivo insistió durante la campaña electoral en que su proyecto de tranvía era a coste cero. La afirmación sorprende ya que se baraja una cifra inicial mínima de 70 millones de euros y esas cifras suelen crecer antes de concluir el proyecto.


Considero que una persona ha adquirido unos rudimentos mínimos de economía cuando puede afirmar sin dudar: "si se usan recursos escasos hay coste". Por tanto, si el proyecto del tranvía usa suelo, maquinas, trabajadores, energía, etc. no puede tener coste cero.


La ficción de coste cero puede tener consecuencias muy negativas. Por una parte, el coste es la señal que frena proyectos descabellados. Si se niega la existencia de este coste estás más cerca de emprender un proyecto desatinado. Por otra parte, el coste siempre estará ahí. No desaparece por tu negativa y alguien lo pagará más tarde o más temprano.
Fenómenos similares al "coste cero" del tranvía se repiten con regularidad. A mí se me ocurren dos preguntas:


1. ¿Cómo puede el anterior acalde, alto directivo de banca, pensar que un proyecto que usa ingentes recursos tiene coste cero?


2. ¿Cómo pueden llegar a semejante conclusión los ciudadanos que le votan?


Soy consciente de que hay respuestas malévolas para la primera pregunta y respuestas simples para la segunda. Por tanto, voy a proponer una teoría que deja en mejor lugar al alcalde saliente y a sus votantes. La explicaré con un ejemplo.


Algunos días te quedas a comer en un restaurante cercano a tu trabajo donde sirven un magnífico menú a un precio muy razonable. Sin embargo, el vino no está incluido. Cuando el camarero te pregunta si te apetece beber vino tendrás que comparar tu incremento de bienestar asociado a beber vino con el precio de la botella. Un día, organizas en el mismo restaurante una comida con un grupo de 100 compañeros de trabajo. La escena se repite pero ahora el avispado camarero aparece en una esquina de la mesa con una botella de vino de 100 euros. La primera persona a la que ofrece el vino calcula que si se abre la botella no va a pagar más de 1 euro por el vino. Por tanto, accede a tomar vino. El problema es que todos los comensales van tomando la misma decisión. Al poco se abre una segunda botella, luego otra y la broma puede salir con facilidad por cien euros por barba.


Supongo que la gente se ha dado cuenta de este fenómeno hace mucho tiempo y, por eso, cuando se organiza una celebración masiva todas las decisiones sobre el menú y vino se toman antes del convite. En otras palabras, nadie en su sano juicio deja opciones onerosas abiertas cuando el grupo sea grande.


El tranvía de León no sale a coste cero. Suponiendo que lo pague el gobierno central supondrá un incremento de impuestos pequeño cuando se divida entre todos los contribuyentes del país. Por tanto, se presiona para que se haga y se ridiculiza a los críticos con el argumento del coste cero. Lo que pasa es que el mismo fenómeno va a ocurrir en todas las poblaciones del país sobre ese u otro proyecto. Al final, todos terminamos pagando todos los proyectos con independencia de su interés.

jueves, 11 de agosto de 2011

Rudimentos de economía para mis alumnos indignados

2. No queremos ser mercancía


Esta era la frase que aparecía en una pancarta del campamento de indignados en León. La interpretación literal de esta frase es que los jóvenes acampados se negarían a ser vendidos a un equipo de fútbol europeo por varias decenas de millones de euros y a cobrar un salario anual de varios millones.


Yo dudo de la solidez de esta postura. En esas condiciones, yo no me negaría a ser tratado como mercancía y no conozco a nadie con tantos escrúpulos. De hecho, se puede pensar en un caso límite en el que Cristiano Ronaldo descubre que su verdadera vocación es ayudar a los enfermos de lepra en un país pobre. ¿Sería razonable que se acogiese a su derecho a no ser tratado como mercancía y se trasladase allí como misionero? No dudo de que pudiese ser un buen misionero pero probablemente no destacaría tanto como en la práctica deportiva. Por tanto, sería mejor para todos que donase su salario para pagar unos cientos de voluntarios con formación médica y el equipamiento necesario. (*)


Una pancarta más realista rezaría: "no queremos ser mercancía barata". La ventaja de esta frase es que está relacionada con un principio económico básico con gran capacidad explicativa: la escasez.


La mercancía barata es la mercancía abundante. Por tanto, la pregunta clave es: ¿Qué te convierte en mercancía abundante y barata?


No existe una respuesta corta ni completamente acertada. Pero se puede intentar algo rápido. Por ejemplo, las acciones y actitudes que te identifican con una masa informe de individuos te convierten en mercancía abundante. Algunos ejemplos serían: ver programas de televisión en los que participan personajes descerebrados, el ocio absurdo, no leer o no usar las posibilidades de exploración y aprendizaje de las nuevas tecnologías. Tengo evidencia anecdótica de la extensión de estas acciones y actitudes.


Por otro lado, ¿Qué te convierte en mercancía escasa y cara? Una respuesta tentativa iría en estas líneas: el inconformismo, la lectura, la exploración o la búsqueda continua de tus puntos positivos y negativos.


(*) En el momento álgido de la crisis asiática de finales de los noventa un compañero estaba impartiendo su último curso de macroeconomía en Oviedo. Viajaba regularmente entre Oviedo y León y escuchaba la radio. Un día entrevistaron al cantante Manu Chao. Por aquella época, era un conocido activista contra la banca, los movimientos internacionales de capital y todo eso. La periodista le preguntó cómo llevaba el ser millonario. El cantante confesó que tenía dudas. Por ejemplo, en aquel momento los millones los tenía almacenados en sacos en su apartamento de París. De vuelta a Oviedo, consultó con sus alumnos la veracidad de la historia. Temía que una contestación tan surrealista fuese una broma de un imitador en un programa de humor. Sus alumnos le confirmaron que se trataba de un hecho conocido. Eso le dio la oportunidad de explorar con ellos algunas alternativas solidarias para los millones de Chao. Por ejemplo, ponerlos en una cuenta bancaria a plazo y usar los intereses para ayudar a los que lo estaban pasando mal en aquella crisis.

domingo, 26 de junio de 2011

Rudimentos de economía para mis alumnos indignados

1. ¿Por qué manda el mercado?


Esta interesante pregunta aparecía en una pancarta de la acampada de León. Ésta es mi respuesta.


Un hombre joven y corpulento va por un pasillo angosto y se encuentra con una anciana diminuta que camina apoyada en un bastón. ¿Quién debe ceder el paso?
El hombre joven puede derribar a la anciana y caminar sobre ella. Otra posibilidad, es que haya sido educado con normas sobre el respeto a las personas mayores y a los más débiles. En ese caso, volverá sobre sus pasos y buscará una manera de ayudar a la mujer a completar su paseo (*).


Es fácil introducir el mercado entendido como mecanismo de intercambio en esta historia. Puede que la viejecita tenga mucho dinero y esté dispuesta a pagarle al joven por las molestias. Puede que el joven se dirija a hacer una tarea bien remunerada y esté dispuesto a pagar por tener el paso libre.


Si alguien está pensando que ésta es una historia tonta le diré que con pocos más mimbres Ronald Coase escribió el segundo de sus artículos más conocidos. A los genios les basta con dos artículos sin ecuaciones y con un único concepto para cambiar dos campos de análisis. Su visión sobre las implicaciones de quién tiene derecho y sobre las posibilidades de negociar es fundamental para entender problemas de medio ambiente. En concreto, para diseñar medidas efectivas tratando de amortiguar el coste económico que podría poner en peligro su implantación.


Volviendo al ejemplo vemos que, aparentemente, puede "mandar":
1)La fuerza del joven.
2) La norma social o...
3)La capacidad económica y valoración del tiempo de uno u otro.

Pero, en realidad, quien "manda" es el pasillo estrecho. Las soluciones a los problemas pueden ser mejores o peores pero no son el problema. Igual que los mensajeros pueden traer mejores o peores noticias pero la solución no pasa por matarles.


Usando un lenguaje un poco más técnico diría que "mandan" las escaseces. Las diferentes normas e instituciones gestionan la escasez. Algunas de estas normas son ajenas al mercado mientras otras están destinadas a solucionar los problemas con intercambios. En resumen, el mercado es una de las soluciones. No necesariamente la mejor ni la peor. Depende de los casos.


Volviendo de nuevo a la historia de la viejecita y el joven a mí la solución que más me desagrada es arrollar a la anciana. A otras personas les parece odiosa la idea de que la anciana le compre su tiempo al joven. Pero esa es otra historia que pertenece al segundo capítulo. De la anécdota, yo me quedaría con la idea de que si el joven se cansa de pagarle el peaje a la ancianita puede decidir ampliar el pasillo o buscar otra alternativa. En ese caso, la solución mercantil es la que manda la señal adecuada.


(*) Me gustaría hacer un inciso sobre la pérdida de la norma de ceder el asiento. No hace muchos años se enseñaba en las escuelas la necesidad de ceder el asiento a las personas mayores, embarazadas o personas con algún problema. En mis escasos viajes en el metro en Madrid y en las salas de espera observo que esta costumbre ha desaparecido.

sábado, 21 de mayo de 2011

Arcadi Oliveres



Arcadi Oliveres / Contrattacando from ATTAC.TV on Vimeo.




Este es uno de tantos vídeos que circulan por la red junto con panfletos, historietas y cuentos, y otras formas de "información" que nos resultan accesibles a una gran mayoría.


Me gustaría llamar la atención sobre un aspecto de estas formas de comunicación aparentemente desinteresadas (puedes colaborar con el movimiento attac) y facilmente digeribles , y es que no por tener estas cualidades(que no las tienen) tienen por que ser veraces.Y no resisten en la mayoría de los casos un mínimo análisis.

Voy a comentar solo dos aspectos que se tratan en el vídeo,comentarlo entero sería escribir un manual de economía,de los que hay unos cuantos, pero nadie quiere leer.

Comento pues, esos dos aspectos:


1)La especulación:

Desde Keynes, esta estudiado que por contra a lo que defendían los clásicos (a los que se llamarían hoy liberales), el dinero tiene un valor en si mismo. Esto, no lo decían los liberales, quienes defendían que el dinero, solo tenía valor como medio facilitador de los intercambios.

Desde este punto de vista, el atesoramiento deja de ser una actividad irracional, y pasa a tener lógica.


Tu puedes preferir 60.000 euros en metálico, a un piso de 60.000 euros si sospechas que el precio de este va a disminuir.

Esto te permitiría mantener tu riqueza en términos absolutos, o, si estas pensando en comprarte una casa aumentarla en términos relativos


Lo que me pregunto es,¿Por que el termino especulación a adquirido una connotación tan negativa?.¿y sobre todo si se trata del termino especulación financiera?.

Me explico.

Especular es obtener un beneficio en una operación de compraventa.
Es especular comprar un piso por 120.000 Euros y venderlo por 240.000.
¿Siempre?....

Podríamos pensar en infinidad de situaciones que incluso pueden llevar a realizar esta operación aun cuando el propietario no deseara venderlo, se me ocurren:Enfermedad de un familiar,o suya propia.


¿Es el tiempo entonces lo que le otorga un carácter especulativo a una operación de compraventa?

Yo creo que no...,por ejemplo.... tu te compras una caseta en un poblado chabolistico, y meses mas tarde se aprueba una nueva legislación urbanística que hace que el terreno sobre el que se asienta tu chabola tenga un valor de 5000 veces el valor inicial.

Si no es la intención ni el tiempo lo que otorgan el carácter especulativo a una operación de compraventa tal vez debamos reflexionar por que ciertas operaciones las consideramos especulativas y otras no.

Por lo que veo por ahí llego a la siguiente conclusión, una operación de compraventa es especulativa cuando la realizan otros y ganan dinero,pero no si son ellos quienes la realizan.... aun cuando ganen el doble.
No me extraña que siendo así este termino haya acabado adquiriendo connotaciones negativas.

2)Los bancos conceden dinero,hinchan la burbuja especulativa, y por ello son los culpables.

Los bancos es cierto que dieron cantidades ingentes de dinero,¿quien les puede culpar de hacer aquello para lo que están? pero no a mi....,quiero decir que..., los bancos concedieron prestamos a quienes los solicitaron.

En todo caso,pues, el que se hinchase la burbuja tiene dos responsables:

a)Las propias familias,que hoy lo están pasando mal,pero que hace unos años no tenían remilgo en por ejemplo..... comprarse un buen coche y restregarlo por la cara de quienes estábamos en edad de estudiar y observabamos con estupefacción como la estupidez parecía tener premio.En el vídeo da la impresión de que "a las pobres familias les obligaron a coger ese dinero",¡¡claro!!! y les zumbaban también si no se compraban un Mercedes.

b)Los órganos encargados de vigilar la concesión de créditos.

martes, 17 de mayo de 2011

Manuel Campa


Hace hoy dos años que me entere quien era Manuel Campa,iba a ser el flamante nuevo Secretario de Estado de Economía,desde entonces he seguido su trayectoria...
Visitas fugaces a Londres donde trataba de impedir una escasa aceptacion de la Deuda Publica Española en los mercados.
Emisiones de deuda cuando ni el tato apostaba por España, y por el medio paises que acudian al Fondo de Rescate Europeo,abocados a su destino....por "suerte" esos no somos nosotros.
Yo no he tenido el privilegio de conocer a este señor, pero si puedo compartir las sensaciones de alguien que lo conocio.No cabe duda,es el Heroe Nacional.Pero tiempo al tiempo,eso se sabra cuando caiga.
Hace dos años esto es lo que alguien me contaba de él.........

domingo, mayo 17, 2009
Manolo Campa

Dado el panorama intelectual de la política española tardé bastantes minutos en asimilar la noticia de que Manolo Campa iba a ser el nuevo Secretario de Estado de Economía.

Es cierto que personas de su entorno habían tenido puestos altos en la administración socialista pero eran puestos grises donde seguro que hacían mucho pero nadie se enteraba. En este caso, ya está claro lo que piensa el nuevo Secretario de Estado y todos podremos ver en el telediario de las tres sus declaraciones, propuestas y acciones.


En primer lugar, debo decir que me cuesta trabajo pensar en otra persona que combine sus cualidades. Es inteligente como pocos, es trabajador, dinámico, pragmático, dialogante, divertido, etc.

Algunos ejemplos. Se hizo un par de carreritas universitarias en Oviedo mientras otros sudábamos para hacer una. Al mismo tiempo trabajaba como becario en la Oficina de las Comunidades Europeas, viajaba en los veranos y, sobre todo, logró la admisión para el Doctorado en uno de los mejores Departamentos de Economía del mundo en 1987. Esto es una gran hazaña si lo intentas habiendo hecho la Licenciatura en, por ejemplo, la Universidad de Yale y apoyado por los que allí están. Hacerlo desde Oviedo en 1987 (no había Internet) es otra cosa e indica de lo que era capaz este hombre con veintidós años. No ha dejado de luchar un solo día desde entonces y su capacidad ha crecido sin duda.

Liquidó el Doctorado en Harvard en cuatro añitos (a partir de cinco es mucho más normal) y entró a trabajar en Stern. En pocos años le dieron la plaza fija (Tenure) y antes de aproximarse a España de nuevo se convirtió en Catedrático allí (Full Professor). Ha publicado en las mejores revistas científicas de Economía y tiene una notable capacidad divulgativa. Finalmente, su carácter pragmático le ha llevado a hacer importantes trabajos de consultoría y a participar en algún proyecto empresarial.

Es una persona fantástica, siempre dispuesto a ayudar. Te puede mandar un artículo que no tienes en la biblioteca en un par de minutos o venir a hablar a tus alumnos como ha hecho alguna vez con los míos.



Hasta aquí el comentario básico que podréis encontrar en varios lugares. Los comentarioas realmente interesantes son los siguientes:





1 ¿Por qué acepta este puesto?

En primer lugar, pierde dinero. Esto tiene que sonar raro a los políticos locales que se cuelgan por un puesto remunerado.

En segundo lugar, sus propuestas basadas en principios y resultados económicos sobre los que hay poca divergencia entre los expertos están en las antípodas de la de su jefe.





2. Mis “teorías” sobre la aceptación

a. Patriotismo, deseo de participar y de ayudar.


El país está al borde del desastre y él quiere probar a hacer algo si le dejan.

b. Conocimientos de teoría de la inversión

La probabilidad de que triunfe es muy baja pero sin duda pasará a la historia si lo hace. La probabilidad de fracaso es muy alta pero es imposible que se le atribuya a él. Se parece a los bancos que si ganan mucho se lo embolsan y si pierden lo paga el contribuyente.




Son comentarios un poco fuertes por los que le pido disculpas a Manolo pero se los debo a mis alumnos.

martes, 10 de mayo de 2011

Presentacion con Slideshare.Las Relaciones Laborales

Prueba con Picassa web con motivo del curso web 2.0

Estimados compañeros.Esta es la galería fotografica que me he currado.
Prueba

viernes, 25 de marzo de 2011

Productos financieros que se entiendan

Parece ser que el consejo financiero de estos días es tener tus ahorros en productos que seas capaz de entender. Aplicando la misma regla de forma general te llevaría a conducir el coche que entiendas, usar el ordenador que entiendas y estar casado con la mujer que entiendas.
Me gustan los coches y disfruto los avances técnicos en general. Mi padre me enseñó a conducir usando técnicas pedagógicas que hoy implicarían orden de alejamiento e incluso prisión. El doble embrague y la rampa eran parte del programa. Hace unos meses intenté hacer una rampa sobre piso mojado con mi coche de cambio manual y no lo logré. El coche no se caló ni se fue para atrás pero tampoco avanzó. Tardé varios días en darme cuenta de que el programa de ordenador que le impide patinar lo hace impidiéndole avanzar si se va a producir un patinazo. Habría que haber soltado el embrague más y supongo que eso es lo que hice al final porque salí de la Facultad de Oviedo antes de que escampase el temporal. En definitiva, estoy muy contento conduciendo coches que cada vez entiendo menos. De vez en cuando, algún aparato da un resultado que nadie había previsto pero, en general, nos va bien. Usar sólo los medios de transporte que se entiendan nos obligaría a caminar todo el tiempo. Mi abuelo contaba sus problemas de niño tratando de entender a mulas y caballos. No sé si eran más fáciles o más difíciles de entender que el sistema antipatinaje-antiderrapaje del grupo Wolkswagen pero le arreaban unas coces de aupa.
En definitiva, hemos desarrollado un sistema industrial en que cada persona entiende sólo una pequeña parte de un producto. Se llama especialización y contribuye de manera notable a nuestro bienestar.
Hace unos años circulaba un chiste por intenet sobre la evolución relativa de automóviles y ordenadores. Bill Gates afirmaba que si los automóviles hubiesen avanzado tanto como los ordenadores circularían a 700 kilómetros por hora consumiendo un litro de gasolina cada mil kilómetros. Un ejecutivo de la industria del automóvil le replicaba que sería gracioso que cuando vas por la autopista a 700 kilómetros por hora el coche dijese "hay un error, reinicie". Yo pensaba que era sólo un chiste hasta que Levis Hamilton decidió reiniciar el ordenador de su bólido en un gran premio.
La moraleja del chiste es que tenemos un sistema donde los coches no alcanzan los 700 kilómetros por hora pero tampoco se "cuelgan" en la autopista. Este resultado es una mezcla de preferencias del consumidor, interés de los productores y regulación. Puede ser más difícil pero algo así nos hace falta para el sistema financiero.

Desconocimiento del concepto de dinero, activo y pasivo

En los últimos días he recibido dos veces el siguiente mensaje:

Es agosto, una pequeña ciudad de costa ..., en plena temporada; cae una lluvia torrencial hace varios días, la ciudad parece desierta.
Todos tienen deudas y viven a base de créditos.
Por fortuna, llega un ruso forrado y entra en un pequeño hotel con encanto. Pide una habitación.

Pone un billete de 100€ en la mesa del recepcionista y se va a ver las habitaciones.

El jefe del hotel agarra el billete y sale corriendo a pagar sus deudas con el carnicero.
Este coge el billete y corre a pagar su deuda con el criador de cerdos.
A su turno éste se da prisa a pagar lo que le debe al proveedor de pienso para animales.
El del pienso coge el billete al vuelo y corre a liquidar su deuda con la prostituta a la que hace tiempo que no paga. En tiempos de crisis, hasta ella ofrece servicios a crédito.
La prostituta coge el billete y sale para el pequeño hotel donde había traído a sus clientes las últimas veces y que todavía no había pagado.
En este momento baja el ruso, que acaba de echar un vistazo a las habitaciones, dice que no le convence ninguna, coge el billete y se va de la ciudad.
Nadie ha ganado un duro, pero ahora toda la ciudad vive sin deudas y mira el futuro con confianza!

MORALEJA: SI EL DINERO CIRCULA SE ACABA LA CRISIS


Me apetece comentarlo porque tiene la apariencia de una de esas historias que cuenta Krugman que te cambia la vida pero, en realidad, es una solemne estupidez.
Aparentemente todo el mundo en ese pueblo tiene una deuda de cien euros. Pero en realidad, todo el mundo tiene una deuda de cien euros pero tambien le deben cien euros. Es decir, uno a uno y agregadamente todos tienen el mismo activo y el mismo pasivo. En otras palabras, no tienen una deuda neta.
Lo habrían arreglado sin los cien euros reuniéndose y perdonándose las deudas pero sería un poco engorroso. El dinero lo único que hace es facilitar la operación de cancelación de deudas.
Si todos los individuos tuviesen más deudas que activos, la diferencia sería las misma despues del incidente de los cien euros. Los cien euros no cambian la diferencia entre lo que deben y les deben a los individuos.