viernes, 20 de junio de 2008

210 euros de ayuda para el alquiler. Lo que cualquier economista sabe y que, por razones que ignoro, se calla.

La teoría económica más básica indica que la medida subirá el precio del alquiler produciendo beneficios netos para los dueños de las viviendas y beneficios para los receptores del subsidio sólo si el alquiler sube menos que la subvención. Por otra parte, afectará negativamente a quienes sufran la subida del alquiler sin recibir la subvención y, por supuesto, al sufrido contribuyente.Teoría económicaLa renta de los arrendatarios jóvenes sube. La demanda de vivienda de alquiler se desplaza a la derecha. Es decir, más personas quieren alquilar a cada posible precio. La oferta no se desplaza ya que no ha cambiado ninguno de los factores que la determinan. A cada precio, se ofrecen las mismas viviendas en alquiler que antes de la medida. Por lo tanto, sube el precio del alquiler. El dueño de la vivienda se beneficia de la subida del alquiler, el inquilino de la diferencia entre la subvención y la subida del precio del alquiler. La distribución de la subvención entre dueños y jóvenes dependerá de las condiciones de oferta y demanda. Por tanto, el dinero de los contribuyentes se distribuye de forma desconocida entre los dueños de las casas y los jóvenes inquilinos.Un detalle interesante es que el precio del alquiler sube también para lo que no reciben subvención. En este caso, la medida transfiere dinero directamente de los inquilinos sin subvención a los dueños de las viviendas.



jueves, 12 de junio de 2008

La simple aritmética de la huelga

Una empresa vende un bien a 9 euros usando un litro de gasoil cuando éste cuesta 1 euro. Si el gasoil cuesta 2 euros y la empresa lo vende a 10 euros sus cuentas no han cambiado.La empresa insiste en que el gobierno le dé una subvención de 1 euro para poder mantener el precio en 9 euros. De esta manera mantendría su margen de beneficio de 8 Euros. En caso contrario, paralizará el país con una huelga.
El consumidor y contribuyente se encuentra en la tesitura de pagar 10 euros por el producto en el mercado o pagar nueve euros por el producto en el mercado y 1 euro de impuestos para financiar la subvención. Puesto que el consumidor y contribuyente es indiferente lo más efectivo es conceder la subvención y evitar la huelga.Así podría empezar un examen de Microeconomía. A continuación se instaría al alumno a buscar los errores económicos en el comentario anterior.
Algunos errores evidentes:

1.¿Crees que al consumidor y contribuyente le da exactamente igual pagar 10 Euros por el producto que pagar 9 Euros por el producto y 1 Euro en concepto de impuestos?
1. El consumidor y contribuyente no es realmente indiferente entre pagar 10 euros por el producto o pagar 9 euros por el producto y 1 euro de impuestos. En el mercado puedes negarte a comprar el producto o por lo menos pensar en cómo sustituirlo a corto, medio o largo plazo.
Si no pagas los impuestos te espera una multa y quizás la cárcel.

2.¿Que solución preferirías si fueras un productor?
Este sencillo razonamiento, destapa la función primordial de la huelga: conseguir que el gobierno obligue a los contribuyentes a seguir pagando un producto que no les interesa.
2. La pista para encontrar este razonamiento la proporciona el hecho de que en la aritmética inicial los productores también eran aparentemente indiferentes entre subir el precio y cobrar una subvención. Sin embargo esto no es así, por que si están dispuestos a gastar recursos para forzar una solución no pueden ser indiferentes entre ambas soluciones.

3. ¿Que efectos tiene para el consumidor el establecimiento de esa subvención?, ¿Buscara alternativas al antiguo producto?, ¿Los productores seguirán consumiendo la misma cantidad de gasoil a pesar de ser mas caro?
3. La subvención evita que el consumidor deje de consumir algo que le resulte caro y busque alternativas (sigue pagando 9 Euros por el producto). En consecuencia se seguirá consumiendo el mismo gasoil (por parte de los productores) a pesar de que es más caro. No parece buena idea seguir consumiendo un producto cuyo precio seguirá creciendo en el futuro.


4. ¿Crees que el productor que percibe la subvención tiene incentivos para reducir su consumo de gasoil?
4. La subvención evita que el productor trate de producir el bien con menos gasoil. Las cuentas le salen como antes de la subida y desaparece el incentivo para ahorrar.

5. ¿Si fueras ministro de industria ¿concederías la subvención?

5Algunos analistas que piensan de forma parecida. Todavía no he visto un artículo a favor de una subvención al gasoil.

miércoles, 11 de junio de 2008

Madeleine y la ineficiencia estatal por Jorge Valín

No hace falta que presente el caso de Madeleine McCann porque gracias a los medios de comunicación es bien conocido por todos. Los cinco meses de la desaparición de la pequeña Madeleine están demostrando día a día la ineptitud estatal. 150 días dan para mucho, pero incluso el trabajo y los recursos de policías de varios países –sólo en Portugal han participado 180 funcionarios– han sido incapaces de construir una sola teoría firme sobre la desaparición de la niña.De las muchas tonterías que se han cometido en esta investigación, la gota que colma el vaso de la ineptitud gubernamental ha sido la de la supuesta fotografía de la niña. Como sabrán, este verano unos españoles de visita en Marruecos hicieron una fotografía donde se puede ver una niña parecida a la joven Madeleine McCann. A principios de esta semana la pareja de españoles entregaron la fotografía a la policía de Albacete y el subdelegado del Gobierno, José Herrero Arcas, informó de que en diez o quince días podría decir si la niña era o no Madeleine.A partir de aquí se montó el típico show gubernamental de despliegue de medios. La policía española envió la fotografía nada más y nada menos que a la Interpol que, recordemos, se creó con el fin de mejorar la cooperación de la policía criminal a nivel mundial hace más de 80 años. Mientras tanto, la policía de Rabat también intentó involucrarse esperando los análisis y permisos de Portugal para investigar. Cientos de funcionarios trabajando en dos continentes, todos consumiendo toneladas de recursos; el mastodonte burocrático se había puesto en marcha y todo era cuestión de pocas semanas.Pero no ha hecho falta esperar tanto tiempo para resolver la intriga, pues el miércoles lo supimos todo. Un fotógrafo privado del Evening Standard hizo lo que a cientos de policías ni se les pasó por la cabeza: comprar un sencillo billete de avión, ir a Marruecos y preguntar. No hubo suerte, la niña fotografiada no era Madeleine. La Interpol, la policía lusa, la marroquí, la española y su nexo de unión, la burocracia, quedaron en ridículo una vez más por el trabajo de un sólo hombre. Tal vez ahora entienda por qué los gobiernos en conflicto recurren cada vez más a grandes empresas privadas de mercenarios: es la única forma de escapar a su propia burocracia, ineficiencia y altos costes.Relacionemos esto con las últimas declaraciones de Elena Salgado. Relegada a la cuarta fila del Gobierno, la ahora ministra de Administraciones Públicas tuvo una excepcional oportunidad de montar su propio espectáculo mediático abogando por una mayor intromisión del Estado en la vida de las personas. Para ella, la calidad sólo puede ser resultado de la intervención estatal. Pero si el mastodonte es incapaz de asegurar ni siquiera sus servicios más básicos, como decirle a una familia dónde está su hija o qué ha pasado con ella, ¿cómo podemos esperar que el Gobierno se dedique a hacer puentes, casas, empresas correctamente? Y ya no digamos nada de asegurarnos algo tan complicado como nuestro bienestar presente y futuro...La ministra Salgado olvida el tipo de calidad que crea la Administración: largas colas en la seguridad social, desidia en las empresas estatales como Correos, corrupción urbanística impulsada por la hegemonía política, dificultades para montar una empresa, obras como las del Carmel donde los pisos se desploman y nadie se responsabiliza o pensiones obligatorias que nunca vamos a cobrar.Salgado, en una clara crítica a la libertad individual y a los derechos inalienables del hombre (libertad, vida y propiedad), dijo que el Estado no es un "mal necesario", sino un bien. Señora Salgado, deje sus visiones jurásicas e intereses personales a un lado para prestar atención a la realidad. Si lo hiciera, se daría cuenta de que cualquier Gobierno es un mal innecesario, un ente donde la eficiencia y la calidad siempre brillan por su ausencia, tanto en los servicios básicos del Estado (seguridad y justicia) como en el más amplio esquema del Estado del Bienestar.Jorge Valín es miembro del Instituto Juan de Mariana

martes, 10 de junio de 2008

León ciudad "justa"

El ayuntamiento de León va a comprar productos de comercio "justo" para que las empresas que venden productos de comercio "justo" les pongan la etiqueta de ciudad "justa".
Yo tengo una propuesta alternativa para que los contribuyentes les concedamos la etiqueta de ciudad justa: proporcionen los servicios que necesitan los ciudadanos al mínimo coste, dejen de tirar el dinero en tonterias y cobren impuestos ajustados al coste de los servicios que proporcionan.