Esta semana mis alumnos me han hecho partícipe de una anécdota que les
llena de curiosidad. Un alto cargo de la Junta de Castilla y León ha
señalado en un acto académico el papel central de los emprendedores para
solucionar los problemas de crecimiento de la región.
Los alumnos
ven con total claridad que la ausencia de emprendedores es un síntoma
más que una causa de los problemas económicos.
La decisión de emprender
tiene que ver con los rendimientos que se esperan de esa actividad y los
costes que plantea. La pregunta clave es por qué los rendimientos
esperados no superan a los costes. Por tanto, el acto académico debería
haber analizado la ausencia de oportunidades de negocio o los costes de
emprender.
Si las oportunidades de beneficio fuesen claras los
emprendedores vendrían desde tierras lejanas. Alguna lectura sobre el
papel de las familias de otras regiones y países en la industrialización
asturiana podría ayudar a poner un poco de luz sobre este tema.
El confiar la solución de los problemas económicos a una casta de emprendedores presenta aspectos curiosos:
-
Parece fruto de la superstición más que de un pensamiento racional: uno
o varios seres con poderes especiales nos salvarán de los problemas que
no acertamos a comprender.
- Parece culpabilizar a los ciudadanos
por su escaso afán emprendedor cuando el problema está probablemente en
otra parte. En ocasiones, la acusación tiene claramente tintes racistas:
“ es que la gente de aquí …”
No considero que mi análisis sea más
válido que cualquier otro pero si he creído oportuno expresar en voz
alta mi opinión para generar el debate que la cuestión merece.
I talk with Michael Klein
Hace 2 días
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